San Luis entre las Ansias del Desarrollo Posible y el Estancamiento (1946-1955)

Ignacio Guzmán, IFDC-SL

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Tras nuevos horizontes económicos (1946 – 1955)

Para analizar el desarrollo económico e industrial en San Luis en el periodo trabajado, tomaremos como referencia los datos de los censos Generales de 1947 y de 1960 además de los diarios del periodo y bibliografía disponible. Los mismos se contrastan con las situaciones de las provincias vecinas, Mendoza y San Juan, con el fin de alcanzar un marco regional.

Desde 1930 el país comenzaba un largo proceso de cambio en la orientación económica, producto de la gran crisis del 29. El mercado exterior dejaba de ser el impulsor de crecimiento a través de las exportaciones agropecuarias, el desarrollo posible de una industria focalizada en el mercado interno comenzaba a dar un nuevo y moderado estímulo económico a lo que se sumaba un acelerado intervencionismo estatal. (Korol, 1997 p. 24).

Ampliar ese mercado interno se transformaba en una necesidad, lo que derivó en un incremento considerable de las obras públicas. Se trató principalmente como lo llama Ballent/Gorelik “A la búsqueda del país urbano” para el sector industrial y “modernización de la infraestructura de transporte, riego y almacenamiento de la producción” para el sector agrario con el objetivo de construir un territorio cohesionado y homogéneo (Ballent y Gorelik, 2001 p. 151).

Las provincias buscaron adherirse a estas novedosas políticas económicas pero con resultados muy desiguales, ya que dependía de dos factores su inserción: sus recursos y sus orientaciones políticas. Mendoza lograba estimular considerablemente la industria vitivinícola, el cemento, el petróleo y el turismo. San Juan, impulsó empresas estatales, vialidad y viviendas (Bandieri, 2010, p. 192 – 197).

San Luis, concluía algunas obras de edificios públicos de importancia. Tribunales (1938), Honorable Cámara Legislativa (1938), Hotel el Volcán (1938), firma de los contratos del Dique Cruz de Piedra, obras de riego en Piedra Blanca, Merlo, Talita, San Francisco; Quines; Trapiche, Concarán; Villa Praga (Pastor, 1970 p. 306). Pero la provincia era una jurisdicción agrícola ganadera y las severas sequías del período repercutieron negativamente sobre la economía al afectar sus principales fuentes de recursos. Para 1922 se contaba con 900 mil cabezas de ganado vacuno, al llegar a 1951 este número había descendido a 300 mil. La abrupta caída se le atribuye a que la provincia no contaba con regadíos para formar campos de pastoreo sin los cuales se hacía imposible la explotación ganadera, además, la falta de lluvias hacía perder las siembras. Ambas situaciones combinadas producían un retroceso en la economía provincial. En 1950 la sequía se extendió de enero a noviembre no permitiendo salvar cultivos ni mantener campos de pastoreo o acumular forrajeras. El alivio recién llegaba en febrero de 1951 pero el cimbrón económico se hacía notar.  

En la región de Cuyo, como observamos en el Cuadro N° 2, el mayor número de establecimientos industriales se ubicaban en Mendoza, que desde 1935 a 1947 duplicaba su cantidad. San Juan lograba en este periodo un crecimiento mayor al 50%. Al detenernos en San Luis, observamos que su crecimiento en números fue exponencial entre estos años superando el 300% (Ver Cuadro N°2 en Anexo)

Sin embargo, pese a estos exponenciales crecimientos, como observamos en el gráfico N°1, el de San Luis en números porcentuales es mayor que el de Mendoza, pero si además de los datos cuantificables, analizamos el tipo de industria, tipos de productos y el valor agregado encontraremos diferentes matices. Así lo detalla Cristina Auderut quien sostiene que San Luis, si bien contaba con una pequeña industria extractiva de minerales, como la piedra caliza y canteras de mármol, arena y otros materiales, sin embargo, eran establecimientos de acotado personal y de menor valor agregado   que las provincias vecinas (Ver Gráfico N°1 en Anexo) (Auderut, 2017 p. 109). 

Efectivamente al contrastar los datos aportados por el Censo Industrial de 1947, se observa que la industria extractiva de la provincia de Mendoza es menor en cantidad numérica de establecimientos pero colosalmente mayor en productividad y valor agregado en comparación con San Luis.  Esto se explica a que la provincia vecina contaba con dos importantes yacimientos petrolíferos y cuatro establecimientos de extracción de combustibles minerales sólidos sumamente relevantes para el contexto nacional.

Algunas provincias lograron durante los años peronistas un amplio crecimiento en detrimento de otras que fueron postergadas o rezagadas. Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y la Patagonia crecieron a ritmos de expansión industrial. Mientras que las provincias norteñas y cuyanas a excepción de Mendoza mantuvieron un estancamiento el cual se buscó subsanar recién a partir de 1973 con la Ley de Promoción Regional y Sectorial (Ver Cuadro N° 3 en Anexo).

Las economías regionales en general, pero las de Cuyo en particular, sufrieron la falta de créditos y las fluctuaciones de la economía nacional. Se debe tener muy en cuenta que para 1955 el 30% de la inversión efectuada provenía del sector estatal. (Aroskind, 2003 p. 75 – 76).

Si observamos la distribución de establecimientos industriales en el país, considerando a estos de acuerdo al Censo Nacional de 1947 como: fábricas, plantas industriales, talleres, yacimientos o minas, etc. Entre los años 1935 y 1946 la gran concentración de establecimientos industriales en Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires. Santa Fe y Córdoba acompañarán en significativa menor proporción, pero con un importante desarrollo industrial. Mendoza y Entre Ríos fueron las últimas provincias que resaltaron en su desarrollo industrial. Este análisis puede observarse también en el reciente trabajo de Marcelo Rougier, que en términos de distribución geográfica, la Capital Federal y la provincia de Buenos aires fueron concentrado desde finales del siglo XIX , más de mitad de la ocupación industrial (Ver Cuadro N° 4 y Gráfico N°2 en Anexo) (Rougier, 2021 p. 91). 

Los datos censales de la industria de 1954, publicados en 1960 por la Secretaría de estado de Hacienda, Dirección Nacional de Estadísticas de Censos, nos permiten observar la evolución del sector industrial. La provincia de Buenos Aires va a superar a Capital Federal, colocándose en el primer lugar de mayor concentración de establecimientos industriales. Santa Fe, Córdoba y Mendoza continuarán en un lugar de relevancia a nivel Nacional. Lo destacable es que en esta carrera de crecimiento industrial, eran muy poco los reales contendientes, y solo dos, Buenos Aires y Capital Federal concentraron el 56 % de la totalidad de establecimientos industriales del país por estos años (Ver Cuadro N°5 y Gráfico N°3 en Anexo)

Las cifras son muy distintas en detrimento del interior si comparamos los años 1946 a 1949 si observamos el cuadro N°3 , a su vez en ese “interior”, las provincias más favorecidas fueron Buenos Aires y Santa Fe que obtuvieron casi el 60% de los créditos otorgados (Ver Cuadro N° 6 y Gráfico N° 4 en Anexo). 

Si bien hay un aumento considerable en las industrias de la Región, la productividad y valor agregado continuará siendo contundentemente desventajoso para San Juan y San Luis, reeditando la situación de años anteriores (Ver Cuadro N° 7 en Anexo).

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FuenteKimün - Revista Interdisciplinaria de Formación Docente
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