Política de Formación Docente y Extractivismo: Un Análisis Curricular desde el Giro Ecoterritorial

María José Laurente, UNCOMA; Ema Paula Penas, UNCOMA

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La perspectiva de análisis del giro ecoterritorial

En tiempos de crisis civilizatoria,  visibilizada actualmente por la pandemia de Covid19,  uno de los aportes más significativos para repensar las políticas de la educación -y también las políticas curriculares de formación docente- deviene de la ecología política latinoamericana. Se trata de un campo de estudio crítico y de plural enunciación  que aborda las relaciones sociedad – naturaleza desde una perspectiva teórica interdisciplinaria en la que confluyen la historia ambiental y política, la geografía crítica, los estudios culturales y el pensamiento ambiental entre otras. Supone una crítica radical de las formas de producción, circulación y consumo, así como de  las relaciones saber – poder sobre la naturaleza. En la conformación de la ecología política latinoamericana juegan un papel protagónico los conflictos, las resistencias y los saberes territoriales, que posibilitan un intercambio y retroalimentación permanente. Esta articulación permite el despliegue y profundización de las críticas al modelo de desarrollo hegemónico, a la vez que delinea otros futuros posibles (Alimonda, Toro Pérez y Martín, 2017).

El modelo de desarrollo imperante ha profundizado agudas discusiones académicas e impulsado múltiples estudios desde diferentes perspectivas disciplinares (Harvey, 2005), (Acosta, 2009), (Machado Araoz, 2015), (Gudynas, 2017). Más allá de los debates (y gracias a ellos), retomamos la categoría extractivismo como nodal en nuestra investigación en función de su potencial descriptivo y explicativo de la actual fase del capitalismo. Cabe aclarar que estos enfoques tienen la potencialidad de poner en evidencia las acuciantes situaciones de saqueo y despojo actuales y pasadas. Si bien la lógica extractivista atraviesa la historia de América Latina, los planteos teóricos de los últimos quince años reactualizan la denuncia de la acumulación por desposesión (Harvey, 2005).

Frente a la articulación epistémica, política, económica y cultural que justifica la narrativa desarrollista del extractivismo asumimos -desde la política educativa- la perspectiva del giro ecoterritorial (Svampa, 2019). En  América Latina se reconfigura una gramática de luchas que sienta las bases del denominado giro ecoterritorial, entendido como la emergencia de un lenguaje común entre la matriz indígena comunitaria, la defensa del territorio y el discurso ambientalista. Así mismo este movimiento otorga marcos comunes para la acción colectiva que operan como estructura de significación y esquemas de interpretación contestatarios o alternativos que tienden a desarrollar una importante capacidad movilizadora provocando nuevos debates en la sociedad. En el escenario que se plantea como alternativas al desarrollo surgen propuestas basadas en otras lógicas. Derechos de la Naturaleza, bienes comunes, soberanía alimentaria, justicia ambiental y el buen vivir son algunas de las claves en este giro en el que se denuncian los efectos del extractivismo desde diferentes y múltiples territorios.

Entendemos el extractivismo como “un patrón de acumulación basado en la sobreexplotación de recursos naturales -en gran parte no renovables- y en la expansión de las fronteras hacia territorios antes considerados ‘improductivos’” (Svampa y Viale, 2014, p.16). El carácter político y denunciativo pone en tensión las diferentes lógicas y disputas en juego entre una multiplicidad de sujetos que participan en asimétricas relaciones de poder en los territorios.

El extractivismo no es […] una “forma técnica” de producción compatible con cualquier modelo de sociedad. Es por el contrario, en su mega escala actual, expresión de la profundización de un patrón civilizatorio antropocéntrico, patriarcal y colonial de destrucción de la vida. No es solo un régimen de producción, sino un tipo de sociedad. Además de producir mercancías, el modelo productivo extractivista contribuye a la formación de los agentes sociales involucrados en ese proceso, genera subjetividades y tiende a moldear regímenes políticos caracterizados por el rentismo y el clientelismo. Genera una dependencia creciente en los sectores populares de las transferencias del Estado y tiende a debilitar sus capacidades autónomas, y con ello, la democracia (Lander, 2017, pp.310-311).

Las referencias a la cuestión del extractivismo nos exigen considerar el proceso de construcción de hegemonía, recordando desde la perspectiva marxista que enuncia Raymond Williams que “la hegemonía no se da individualmente, ni tampoco como forma de dominación. Debe ser continuamente recreada, renovada, defendida, modificada. Así mismo es continuamente resistida, limitada, alterada, desafiada por presiones que no le son propias” (1980, p.55). 

Metodológicamente realizamos el abordaje desde una lógica cualitativa, a partir del método comparativo constante (Glaser y Strauss, 1967) aplicando el análisis documental de contenido (Urbano y Yuni, 2014). Consideramos al diseño curricular como un documento escrito y público que precisa ser estudiado en el marco de las políticas educativas. El proceso investigativo se inició con la búsqueda de presencias y ausencias de referencias asociadas al extractivismo, que luego analizamos con referentes empíricos que expresan núcleos de sentido y tópicos recurrentes, concentrándonos en la sección de la perspectiva ambiental del diseño curricular, en tanto consideramos que es el apartado en el que más se anudan los conceptos y planteos que  condensan relaciones con el extractivismo.

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FuenteKimün - Revista Interdisciplinaria de Formación Docente
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