La imprevista aparición de Covid-19, y su ulterior expansión por todo el mundo generó una emergencia de salud pública de dimensiones inéditas con impactos inmediatos y a largo plazo. Todos los ámbitos de la vida social e individual padecieron los efectos de la emergencia sanitaria, entre ellos el campo educativo que resultó severamente trastocado. En Argentina una de las primeras medidas tomadas por las autoridades fue el cierre de los establecimientos educativos, con el fin de evitar la propagación del virus y mitigar su impacto. Dicha suspensión de las clases presenciales implicó una reinvención del sistema educativo, tal es así, que el día 16 de marzo de 2020 se comenzó con la educación virtual en todo el país, dando origen al despliegue de modalidades de aprendizaje a distancia y la utilización de diversos formatos, dispositivos y plataformas. El inicio escolar 2021 comenzó con algunas modificaciones con respecto al anterior, otorgando la posibilidad de presencialidad a los estudiantes. A partir de esto, las autoridades diseñaron los protocolos pertinentes para el regreso a los edificios educativos, los cuales incluían disminución de la jornada escolar, uso de tapabocas, mantenimiento del distanciamiento social, separación por burbujas, y ventilación permanente.
Las profundas modificaciones en la educación desde el comienzo de la pandemia proponen repensar cuál fue el impacto subjetivo en algunos agentes implicados en el proceso de enseñanza y de aprendizaje, más precisamente en el acompañamiento pedagógico. Entendiendo al mismo como el rol llevado a cabo por un profesional del sector educativo cuya labor principal es incluir al estudiante dentro de las actividades diarias de la escuela, orientando y brindando estrategias de intervención a los docentes para facilitar el aprendizaje del estudiante. A su vez, este interviene en el vínculo con el grupo de pares y tiene a su cargo actividades tales como la realización del PPI (proyecto pedagógico individual), adaptaciones de contenido y curriculares, e intervención en posibles barreras institucionales.
En este sentido, la temática que aborda este trabajo busca conocer cómo se llevó a cabo la educación inclusiva en contexto de aislamiento/distanciamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO/DISPO), partiendo de la idea de que la pandemia por Covid-19, sustrajo la presencialidad de la educación tradicional, pero dio lugar a otras formas de aprender y enseñar.
Todo lo expuesto anteriormente, lleva a preguntarnos ¿Cómo es el acompañamiento pedagógico en la virtualidad? ¿Qué lugar ocupa el acompañante pedagógico en la educación virtual? ¿La modalidad virtual en la educación impactó en el vínculo pareja pedagógica- estudiante? El objetivo principal de esta investigación es conocer cómo se desarrolló el acompañamiento pedagógico virtual y compilar información acerca de los desafíos vinculares que puso en juego la virtualidad para crear, sostener y afianzar la relación pedagógica.
Configuraciones Actuales del Acompañamiento Pedagógico Virtual
María Luciana Barbadillo, Facultad de Psicología, UNSL; Carla Diosini, Facultad de Psicología, UNSL; Agustina Labin, Facultad de Psicología, UNSL